domingo, 3 de abril de 2011

Varía en intensidad




La ira es una emoción totalmente normal
y generalmente sana.Pero cuando está
fuera de control y se vuelve destructiva...

Expresarla, suprimirla y calmarse.
Expresar los sentimientos de enfado de un modo asertivo, no agresivo, es la manera más sana. Para hacer esto, primero has de aprender a dejar claro cuáles son tus necesidades, y cómo satisfacerlas sin dañar a otros. El ser asertivo no significa arremeter contra los demás o exigir; significa ser respetuoso con uno mismo y los demás. Otro modo de afrontar la ira consiste en suprimirla para luego transformarla. Esto sucede cuando reprimes la rabia, dejas de pensar en ella y te centras en algo positivo que hacer. El objetivo es inhibir o suprimir la ira y convertirla en un comportamiento más constructivo. El peligro con este tipo de respuesta es que si inhibes la expresión exterior de la ira, puede volverse hacia el interior, hacia ti, provocando hipertensión o depresión. Tal vez no puedas evitar librarte de las cosas o personas que desencadenan tu ira ni tampoco puedes cambiarlas, pero sí puedes aprender a controlar tus propias reacciones...(¨)